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Las mujeres que reescribieron el código de la vida

Por Jessica Ramírez-Velázquez


Las tijeras moleculares: Charpentier y Doudna

“Para un científico, los momentos inolvidables de su vida son aquellas escasas ocasiones que se dan después de años de intensa investigación, cuando el velo que esconde los secretos de la naturaleza se rasga de repente, y lo que antes era oscuro y caótico aparece ordenado bajo una luz clara y brillante”.

Gerty Cori (1896 -1957)Premio Nobel 1947


Los Premios Nobel se instauraron en 1895 como última voluntad del industrial sueco Alfred Nobel, y en 1901 comenzaron a entregarse en las categorías de Física, Química, Fisiología o Medicina, Literatura y Paz. Reconociendo a las personas que hayan hecho investigaciones sobresalientes y contribuciones notables a la humanidad. Lo controvertible de estos premios, es que hasta el 2018, a lo largo de la historia se han entregado 935 distinciones, de los cuales 51 de los galardonados han sido mujeres, su trabajo sigue estando en deuda, no se destacan sus contribuciones y la brecha de genero que existe en estos premios es evidente, la ciencia aún se permea bajo una cultura machista y patriarcal, pues es solo el reflejo de la sociedad.

Un claro ejemplo de esto, es el Premio Nobel de Medicina en 1962, la mayor injustica científica en los últimos 50 años, otorgado a James Watson y Francis Crick, a quienes se les adjudico el imponente descubrimiento de la estructura en doble hélice del ADN, pero quién recuerda a Rosalind Franklin, la autora de la fantástica foto de rayos X que describía esta estructura y en la que se basaron Watson y Crick para su modelo, robándole el crédito de tal descubrimiento.

Es preciso homenajear a las galardonadas, y en este año, apenas el siete de octubre, se condecoro a dos mujeres genetistas, Emmanuelle Charpentier y Jennifer Doudna, convirtiéndose en la sexta y séptima mujer que ganan el Premio Nobel de Química desde 1901, por sus investigaciones sobre las “tijeras moleculares”, capaces de modificar los genes humanos. En junio de 2012, las dos genetistas y su equipo describieron en la revista Science una nueva herramienta con la que se podría simplificar el genoma, este mecanismo se conoce como Crispr/Cas9.

Este instrumento habilita al ser humano a modificar con precisión extrema el ADN, con tal especificidad que podría cambiar la realidad del cáncer o curar patologías hereditarias. Charpentier mientras trabajaba con las propiedades de la bacteria Streptococcus pyogenes, encontró una molécula desconocida (tracrRNA), y de ahí logro comprobar que Crispr/Cas9 es un sistema inmunológico que emplean las bacterias para desarmar el código genético de los virus, este trabajo fue publicado en 2011, y Doudna se sumo a estas investigaciones, teniendo una amplio conocimiento y trayectoria en el estudio del ARN, juntas encontraron que la bacterias no solo reconocen a los patógenos sino también podían desintegrar o cortar cualquier molécula de ADN. (Hernández,2017)

Las “tijeras moleculares”, permiten editar el genoma de cualquier ser vivo, eliminar virus de células infectadas y corregir defectos genéticos, permitiendo editar áreas dañadas e incluso introducir cambios en el material genético, actualmente son empleadas para determinar las causas de algunas patologías. (Hernández,2017)

Desde hace ya mucho tiempo se conoce la posibilidad de hacer mutagénesis dirigida, es decir diseñar mutaciones, pero lo que cambia con este descubrimiento es la rapidez, eficacia y especificidad del método, convirtiéndola en una practica rutinaria en los laboratorios de biología molecular. Es un procedimiento revolucionario, que nos hace avanzar dentro del campo médico, permitiéndonos estudiar patologías genéticas, como tratarlas y finalmente como curarlas, transformando asi el horizonte de la terapia génica.

Cuando se habla de ciencia e investigador el lego piensa en un varón, nunca en una mujer, pero hubo, hay y habrá mujeres científicas, que penetren en el mundo de la investigación, destacándose cada vez más, bien diría Linda B. Buck ganadora del Premio Nobel en 2004 en Fisiología: “Como mujer y científica, espero sinceramente que el haber recibido el Nobel envíe un mensaje a las mujeres jóvenes de todas partes: las puertas están abiertas para ellas y deben perseguir sus sueños”.


Literatura citada

Hernández, A. (2017). “El sistema CRISPR-CAS”. Inteligencia Epidemiológica: pp. 27 - 37

Figura 1. Tecnología CRISPR-CAS9

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